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30
- Diciembre
2019
¿Tu empresa tiene propósitos de año nuevo?

Año nuevo, vida nueva. Este es para muchos un refrán para tomar al pie de la letra. A nivel personal son muchas las personas que empiezan el año con unos propósitos claros: dejar de fumar, ir al gimnasio, comer mejor, estudiar a diario, levantarse temprano o dormir 8h. Pero, como muchas otras cosas, esto también se puede trasladar al ámbito empresarial.

Marcarse nuevos objetivos, retos y metas que alcanzar también es algo que hacen muchas empresas. Pero, realmente, ¿sirve esto de algo? ¿Qué tipo de propósitos debes de marcar a nivel empresarial? Y, lo más importante: ¿cómo puedes motivar a tus equipos para que los consigan?

La dificultad de plantear objetivos en las empresas

Como pasa a nivel personal, hay muchos que, a pesar de empezar el nuevo año llenos de motivación y firmeza, no siempre llegan a continuar con los propósitos marcados y todo esto que se han propuesto desaparece en pocas semanas. Por ello, las empresas deben ir paso a paso consiguiendo objetivos para poder alcanzar todas las metas marcadas.

No haber cumplido con los propósitos del año anterior no debería de ser ningún impedimento. ¿Cuántas veces nos hemos tropezado y no por ello hemos cesado en nuestro empeño? Por ello, lo primero que has de tener claro es que querer es poder.

El año nuevo es importante puesto que nos da un espacio temporal en el cual podemos establecer un ‘nuevo inicio’. Además, es una ocasión perfecta para poder hacer una evaluación del año pasado, ver qué hicimos bien y qué debemos mejorar, para así hacer un ejercicio de autocrítica y analizar en qué podemos mejorar y de qué manera podemos hacerlo.

Pero para poder marcarte unos propósitos de año nuevo realistas y alcanzables, lo primero que debemos tener en cuenta es que tiene la misma importancia el objetivo en sí como los pasos que debemos de llevar a cabo hasta llegar a el, pero ¿cómo plantear unos objetivos coherentes? Sigue estos consejos y conoce cómo podemos plantearnos nuevos propósitos de año nuevo:

  • Recuerda que no importa cuántas veces lo hayas intentado, siempre puedes conseguirlo en la siguiente.
  • Aspira a superar las metas que ya has alcanzado y a conseguir todas aquellas que has dejado atrás.
  • Haz una lista y ordénalos de mayor a menor dificultad. En cuanto hayas conseguido los más sencillos tu equipo estará mucho más motivado para plantarle cara a los más costosos.
  • Ten presente de manera continua cuáles son estos propósitos u objetivos más allá de los comienzos del año.
  • Intenta que los objetivos empresariales puedan ser medibles, que se pueda establecer una consecución paulatina y define acciones concretas para ello.
  • Y, lo más importante, rodéate de un equipo de profesionales que te ayuden a conseguirlos.

¿Qué se debe mejorar? ¡Consulta a tus empleados!

Los empleados son uno de los activos más importantes para una empresa, son los pilares que la sustentan y que hacen que esta llegue y se convierta en un referente dentro del mercado laboral.  En ocasiones hemos hablado de la importancia de la comunicación interna y de que unas buenas prácticas en este sentido suponen la llave del éxito empresarial, así como de la relevancia que un buen clima laboral tiene en la consecución de objetivos.

No todos los empleados piensan igual o tienen las mismas ideas, por ello escucharlos a todos es de gran importancia. Conocer los diferentes puntos de vista que tus trabajadores tienen sobre la organización empresarial te ayudará a poder diseñar unos objetivos que cumplan sus expectativas y cubran sus necesidades profesionales, esto no solo hará que se sientan más escuchados, sino que al diseñarlos ‘a su medida’ estarán mucho más motivados en su realización. Además, esto supondrá algunos beneficios en tu organización:

1.- Identificar los problemas que existen en tu organización y, así, anticipar y prevenir las futuras trabas que existan en la consecución de los objetivos marcados. Además de la posibilidad de analizar cuáles han sido los fallos en la consecución de los marcados en años anteriores para, así, poder retomarlos nuevamente.

2.- Fidelizar al talento. No es suficiente solamente con tener a los mejores profesionales, sino que la fuga de talento implica una ralentización de las tareas ya empezadas.

3.- Incorporar a los empleados en el proceso de toma de decisiones te convertirá en un mejor líder y te podrá ayudar a incorporar nuevas ideas de mejora para tu empresa o conocer propuestas de mejora en el trabajo.

Los objetivos, la base de una empresa

Como ya hemos ido desarrollando a lo largo del artículo, dentro de cualquier tipo de propósitos o metas hay que tener en cuenta de qué manera podemos alcanzarlas, tanto de manera individual como colectiva, pero ¿qué diferencia hay exactamente entre los objetivos colectivos e individuales? ¿Cómo podemos redactar objetivos generales y específicos? ¿Cuáles debemos elegir en función del tipo de organización que tengamos? ¿Qué otro tipo de objetivos existen?

  • Objetivos generales: se plantea una meta desde un prisma global.
  • Objetivos específicos: busca el alcance de una meta más pequeña focalizada en alguna de las actividades de la empresa. La suma de varios de estos podría constituir un objetivo general.
  • Objetivos a largo plazo: planteados a 5 años vista.
  • Objetivos a medio plazo: conseguibles en un plazo de 12 o 24 meses.
  • Objetivos a corto plazo: alcanzables de aquí a 3 a 6 meses.
  • Objetivos estratégicos: estos suelen constituirse de uno o varios planes tácticos que se han de poner en marcha para la consecución de objetivos a largo plazo o generales.
  • Objetivos operacionales: se suelen realizar a nivel departamental a través de los cuales se organiza a un solo equipo.
  • Objetivos tácticos: suelen asignarse de manera individual a los profesionales de una empresa.
  • Objetivos cualitativos: son aquellos que no se pueden cuantificar como por ejemplo el branding de una empresa.
  • Objetivos cuantitativos: se pueden contar y medir, por ejemplo, el número de ventas o clientes captados.

Lo óptimo dentro de una organización es encontrar un equilibrio entre ambos tipos de objetivos, fomentando a su vez el desarrollo colaborativo y creando diferentes tipos de equipos entre los cuales exista un apoyo, un proceso de aprendizaje mutuo y una mejora y/o refuerzo de las competencias.

Establecer unos objetivos SMART es una de las prácticas recomendadas para poder ordenar y medir el trabajo realizado. Así, esta denominación hace referencia a cómo debe ser cada una de las características:

  • Specific (específico)
  • Mensurable (medible)
  • Achievable (alcanzable)
  • Relevant (relevante)
  • Timely (temporal)

En consecuencia, todo esto influirá en el tipo de plan que la empresa diseñe y ponga en marcha, existiendo dos modelos: planes a gran escala y planes a pequeña escala. Ambos planes deben incluir actividades para motivar a los empleados, tanto de manera específica como general.

¿Estás preparado para afrontar el nuevo año? Posicionarse como una empresa referente en el sector, abrir nuevas sucursales, adentrarse en el mercado internacional, potenciar la presencia de la organización en redes sociales, captar nuevos clientes, aumentar el número de ventas, mejorar el customer servicepotenciar el employer branding… Estos son solo algunos ejemplos de todos los propósitos que desde una empresa se pueden marcar. ¡Fíjalos y a por ellos!

Fuente: http://https//www.randstad.es/tendencias360/tu-empresa-tiene-propositos-de-ano-nuevo/?utm_campaign=content&utm_medium=suscriptores&utm_source=Email-B2B&utm_content=nl-diciembre&utm_term=propositos