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05
- Junio
2018
¿Cómo evitar la fuga de talentos?

CADA VEZ ES MÁS IMPORTANTE JUNTAR AUTORIDAD CON PODER PARA ALCANZAR LIDERAZGOS POSITIVOS

Todos sabemos que nuestras responsabilidades como líderes están enfocadas en alcanzar los objetivos de los negocios planteados. ¿Pero cómo logramos contar con los talentos necesarios para conseguirlos?

 

Este es el gran desafío que tenemos por delante. Ya el congreso de RRHH de Perú del 2012 se titulaba “Crisis de Talento”, vislumbrando una de las problemáticas más importantes que sufren las organizaciones actualmente en la región.

 

La raíz del problema está en los modelos de liderazgo que han sido exitosos desde la revolución industrial hasta nuestros días, y que los jóvenes desafían desconociéndolos como válidos. Necesitamos entender que para los jóvenes el concepto de autoridad ya no existe, y esto representa un cambio de paradigma en nuestro ejercicio profesional.

 

El cambio permanente producto de avances y descubrimientos genera un mundo caracterizado por la incertidumbre y la complejidad.   Necesitamos alcanzar nuestros objetivos en este contexto, y para lograrlo no podemos ajustarnos a normas y procesos establecidos en otros momentos.  Es requisito indispensable la reflexión y la toma de decisiones efectivas y eficientes de cada colaborador a cada momento.  La reflexión en la acción de la persona es irremplazable.  Un colaborador comprometido con su tarea, involucrado en el contexto, informado con los datos para la toma de decisiones es un elemento clave para el desarrollo de los negocios.

 

Otro aspecto a analizar es cómo son comunicados los objetivos y los rumbos de los negocios en las organizaciones. El equipo de trabajo liderado por un coach que conoce la particularidad de cada persona que lo compone es clave. Los jefes autoritarios van perdiendo día a día su espacio en las organizaciones, dado que las nuevas generaciones no les reconocen como líderes a seguir.

 

¿Cuánto nos involucramos con los objetivos del negocio?  Si los mismos fueron comunicados autoritariamente sin ningún tipo de contexto ni de explicación solo provocan desmotivación y falta de compromiso.  Y recordemos que si los objetivos son inalcanzables el equipo de trabajo desde el primer día trabaja sabiendo que no los logrará.  Daniel Gilbert plantea la importancia de establecer objetivos desafiantes, pero no bajo presión o amenaza.  Ejemplificando nos enseña: si un jefe dice “si no lo tenés para el viernes estas despedido”, claramente la persona hará lo mejor para cumplir con el plazo, pero estamos seguros de que no sentirá lealtad con la empresa y lo más importante, nunca hará más de lo necesario.

 

Los líderes necesitan nutrirse del aporte diferente e innovador de cada uno de sus colaboradores, enriqueciendo las ideas y las opciones de respuestas frente a los desafíos de los negocios.

 

Los jefes ya no son tales como los conocimos hasta hace poco, cada día es crecientemente imprescindible juntar autoridad con poder.  Ya no alcanza con el poder de la estructura formal.  La autoridad nace del reconocimiento de los miembros de su equipo y de la organización.   Ejemplos como la empresa industrial W.L.Gore & Asociados con más de 10.000 empleados distribuidos en 25 países y con una facturación de U$S 3.000 millones anuales, en la cual la holocracia (sistema en el cual la toma de decisiones se distribuye entre los integrantes del equipo, en lugar de ser establecidas por una estructura jerárquica) es el sistema de gestión, abandonando de ese modo el clásico esquema piramidal centralizado en la autoridad de los jefes,  por un sistema de decisiones compartidas basadas en involucramiento y compromiso de los empleados.

 

Recordemos la reflexión de Peter Senge: “La gente no sobresale ni aprende porque se les ordena sino porque lo desea”.  No hay modo de reemplazar el compromiso y el sentimiento de pertenecer a un proyecto común. Necesitamos compartir la información para luego poder consultar y nutrirnos de las diversas miradas de los talentos que conforman nuestros equipos de trabajo. Ese es el camino para diseñar el plan más eficiente y eficaz para alcanzar nuestros objetivos de negocio.

 

En esto va el futuro de las empresas y la sustentabilidad de sus negocios. ¡De nosotros depende!

 

Por: Andrea Linardi